¡Quien lo creyera!!! Los que decían luchar contra las corruptas prácticas politiqueras, y se auto proclamaban líderes impolutos contra el soborno y la compra de conciencias en el ejercicio de la cosa pública, ahora las reviven en el Congreso mediante las “lentejas”. Así llamaban los más brillantes parlamentarios de antaño, en símil con la Biblia, a la “mermelada” de hoy, con la cual se contribuye a corromper a los congresistas, a cambio de traicionar a sus partidos políticos entregando su voto al mejor postor. “Lentejos” les gritaban entonces desde las barras del recinto a quienes así actuaban. Al menos se sonrojaban y se escurrían en sus curules. Los de hoy, comisión VII, con la reforma de la salud, salieron contentos y diciendo que no les importaba si los expulsaban de su partido. “Barriga llena, (de lentejas), corazón contento “, según el refrán. Así está el país, y sus partidos políticos.