Cómo quedaron las mujeres en las elecciones del 13 de marzo

Cómo quedaron las mujeres en las elecciones del 13 de marzo

La participación femenina en el Congreso será la más alta de la historia, pero todavía falta mucho para la igualdad de género en la vida política.

Angélica Bernal Olarte | Razon Publica

Tres novedades

Las elecciones del 13 de marzo estuvieron marcadas por varias crisis: una económica y social, agravada por los efectos de la pandemia y otra política, a causa de la desaprobación del presidente y de las denuncias de actos de corrupción.

En este contexto turbulento, hay que decir que las pasadas elecciones fueron especialmente importantes para las mujeres por al menos tres motivos:

  • Algunas listas pusieron a prueba la inclusión del 50 % de mujeres;
  • Francia Márquez fue la tercera precandidata presidencial más votada de todas las consultas, y
  • El movimiento feminista Estamos Listas obtuvo una notable votación al Senado.

La cuota de género, a prueba

En 2020, el Congreso aprobó una reforma al Código Electoral, que incluye un cambio en el diseño de la cuota de género. Todos los partidos y movimientos estarían obligados a incluir un 50 % de mujeres en las listas de aspirantes a corporaciones públicas. Sin embargo, por tratarse de una ley estatutaria, la reforma aún necesita la revisión de la Corte Constitucional.

Aunque la reforma no está en firme y por tanto no obligaba a los partidos, algunos optaron por acercarse al 50 % de mujeres en sus listas. Mirando Senado y Cámara en conjunto:

  • el Partido Liberal incluyó un 52 % de mujeres;
  • El Partido Comunes, un 48%;
  • Cambio Radical, un 45%;
  • El Pacto Histórico, un 43%; y
  • el Nuevo Liberalismo, un 40%.

Además, algunas fueron “listas cremallera”, es decir, alternaron a hombres y mujeres, lo que caracteriza a algunos de los diseños de cuotas de género más exitosos en otros países.

Con los resultados actuales –aún en proceso de escrutinio–, de un total de 294 escaños entre Senado y Cámara, tendremos 83 curules ocupadas por mujeres, lo cual equivale a un 28 % del total: el porcentaje más alto en la historia de Colombia. Sin embargo, esta cifra aún está lejos de la que tienen países como Ruanda (61 %), Cuba (53 %), México (50 %) o Nueva Zelanda (49 %), de acuerdo con las últimas estadísticas disponibles.

En todo caso habrá más mujeres en el Congreso. Y su presencia será más plural; el domingo pasado fueron elegidas:

  • Martha Peralta (Senado) y Karmen Ramírez (Cámara), del pueblo Wayuu;
  • Cha Dorina Hernández (Cámara), de San Basilio de Palenque, un pueblo afrodescendiente que por primera vez logra una curul en el Congreso; y
  • Aida Quilcué (Senado), de la comunidad indígena Nasa de Tierradentro, Cauca.

En suma, este ha sido el mejor resultado que han obtenido las mujeres en términos de la representación de pueblos étnicos en el parlamento colombiano.

Pero también se debe resaltar que en las 16 curules de paz apenas fueron elegidas tres mujeres, lo cual contrasta con los resultados anteriores. Esto refuerza la hipótesis de que la elección de las curules fue cooptada por las fuerzas más tradicionales o, incluso, por grupos que tenían el apoyo de los victimarios del conflicto armado.

mujeres en las elecciones 2022
Foto: Facebook: Aida Quilcue – Este ha sido el mejor resultado que han obtenido las mujeres en términos de la representación de pueblos étnicos en el parlamento colombiano.

Francia Márquez: una revelación

La afrocolombiana y ambientalista Francia Márquez obtuvo más de 785.000 votos en el preconteo, situándose como la tercera persona más votada en todas las consultas, después de Gustavo Petro y Federico Gutiérrez. Su votación estuvo muy por encima de otros precandidatos con maquinarias electorales probadas.

Aunque algunos medios manifiestan sorpresa antes estos resultados, Márquez en realidad lleva décadas de trabajo político que la ha llevado a ser reconocida como defensora ambiental y social. El reconocimiento ha ido más allá de las fronteras: en 2019 obtuvo el premio ambiental Goldman, que es considerado el “nobel” en defensa del ambiente.

Además, Márquez fue una de las pocas personas que trajo a la palestra temas serios y casi siempre ignorados en los debates electorales, como la lucha contra el racismo, la necesidad de repensar el modelo de desarrollo y de buscar alternativas que no destruyan la naturaleza como motor de crecimiento económico. Habló de violencia sexista y racista y criticó el sistema penitenciario y carcelario del país.

Como candidata, tuvo la capacidad de hablar con nuevos sujetos, como la juventud, las feministas, los grupos étnicos y campesinos y las víctimas del conflicto armado. Sus resultados le permiten un amplio margen de negociación y, aunque aún no se define si será la fórmula vicepresidencial de Petro, muchos sectores esperan que así sea.

Estamos Listas, balance agridulce

Con los últimos resultados del preconteo, esta agrupación política habría obtenido 108.761 votos, lo cual implica un logro inmenso, en especial para una iniciativa “primípara” en la política nacional, autofinanciada y feminista.

Estamos Listas había obtenido apenas una curul en el Concejo de Medellín, en 2019. Esta vez intentaba proyectarse más allá de Antioquia y, para eso recorrió varias regiones, proponiendo su agenda con poco más que los medios aportados por sus militantes, es decir, en franca desventaja frente a las otras campañas. Inclusive tuvieron que acudir a acciones legales, para obtener los anticipos a los que tenían derecho por ser una lista reconocida e inscrita.

El saldo, sin embargo, es agridulce pues, aunque prácticamente cuatriplicaron su votación en tres años, al no haber alcanzado el umbral deben devolver el dinero recibido. Esta agrupación quedó sin curules y con una deuda enorme.

Un riesgo similar es el que enfrentan todos los grupos nuevos que se presentan a elecciones. Estamos Listas es apenas un ejemplo de lo que les ha ocurrido a muchas mujeres en política: no tienen los recursos financieros suficientes y al no obtener la votación esperada se enfrentan a cuantiosas deudas. Esto además muestra que las campañas políticas en Colombia son tan costosas que les cierran la puerta a agrupaciones políticas nuevas o que provienen de procesos sociales o comunitarios de sectores no privilegiados.

Por eso, este es un buen momento para apoyar la supervivencia de Estamos Listas pues, de superar este obstáculo, podría llegar a ser un partido con mucho que aportar al debate democrático en Colombia.

Los balances son aún preliminares y habrá mucho que analizar en la conformación final de Cámara y Senado. Lo que suceda en las próximas semanas en la campaña presidencial también será indicativo de qué cambia y qué sigue en la inclusión política de las mujeres.

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